Como sabéis, en el blog de Copas Menstruales, cada semana os traemos temas que nos interesan, especialmente a las mujeres relacionado con nuestros procesos menstruales, nuestra sexualidad y hoy toca sobre las enfermedades más comunes en nosotras.
Comenzamos con la depresión, la nueva enfermedad del siglo XXI que afecta a una gran parte de la población. En muchos casos, ni siquiera se diagnostica y son miles las mujeres que sufren problemas emocionales o crisis personales debido a una falta de energía, tristeza, dolor físico o cansancio provocado directamente por esta enfermedad.
El cáncer de mama ocupa la segunda posición y es que 1 de cada 8 mujeres en el mundo desarrolla esta enfermedad a lo largo de su vida, de ahí la importancia de hacerse cada año una mamografía y la de autoexplorarnos las mamas nosotras mismas en búsqueda de cualquier bultito o signo anómalo. A pesar de que es uno de los cánceres menos mortales, lo cierto es que todo reside en un diagnóstico precoz antes de que pueda traspasar a otras partes del cuerpo.
Los quistes ováricos de los que hablamos recientemente en el blog es otra de las patologías más frecuentes en las mujeres y como dijimos es el resultado de la concentración del fluido en el ovario y suele ir ligado con problemas en la menstruación.
Las migrañas, esos dolores punzantes en la cabeza acompañado de náuseas y mareos también afectan a millones de mujeres en el mundo debido a su herencia genética o a malos hábitos de salud como una mala alimentación, el estres o la tensión emocional.
Los problemas cardíacos cada vez proliferan más en las mujeres por antecedentes familiares o el aumento del consumo del tabaco, elevados índices de colesterol o la vida sedentaria tan común en el siglo XXI.
Continuamos con el colon irritable que es un trastorno del tubo digestivo que puede produces diarria o estreñimiento provocado por cambios hormonales, problemas emocionales o estrés.
El trastorno de la glándula tiroides también tiene gran presencia en las mujeres en la que se experimenta subida o bajado de peso sin saber por qué, así como caída de cabello, retención de líquidos o problemas de sueño, entre otros.
Además de la prevención, lo ideal es acudir al médico ante cualquier mínimo síntoma para que en el caso de tener alguna de las enfermedades nombradas pueda establecerse un tratamiento lo antes posible.