En otros artículos hemos comentado cómo se vive la menstruación en otros países como India pero hoy nos queremos centrar en Tanzania y la problemática que existen también aquí. Y es que como viene siendo habitual en estos lugares, la menstruación es un tema del que nadie hable pero que sí limita a todas las mujeres y adolescentes durante esos días puesto que no pueden llevar agua, recoger cultivos y por supuesto nada de ir a la escuela.
Durante esos días, todas estas mujeres y niñas se quedan encerradas en casa puesto que no cuentan con ningún método que les permita poder recoger su sangre menstrual utilizando cosas como piezas de cartón, relleno de colchón… con todo lo que ello supone. Además, no existen lugares donde desechar compresas utilizadas por ejemplo y resulta avergonzante que alguna niña pueda tener alguna mancha de sangre menstrual en su uniforme.
Es por ello que productos como la copa menstrual o las compresas de tela son cada vez más frecuentes y demandadas puesto que es una forma de que todas ellas puedan continuar con su vida sin miedo a ser rechazadas o excluídas. Y algunas iniciativas de organizaciones ya se han puesto manos a la obra para poder repartir estas alternativas menstraules y poder mejorar sus vidas y sus oportunidades en la educación sin necesidad de que tengan que faltar y cuenten con la seguridad de que no mancharán su ropa. De esta manera, nadie de su entorno sabe cuándo está menstruacon y cuando no. El hecho de que la copa menstrual dure tantas horas, les permite poder ir y venir del colegio sin tener que ir a vaciarla porque además no cuentan con lugares donde lavarse las manos luego.
Y nosotras no podemos estar más orgullosas de que la copa menstrual esté cambiando la vida de millones de mujeres a la vez que ayuda al medio ambiente.
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