Las infecciones vaginales suelen ser bastante frecuentes en la población femenina. Son muchas las mujeres que alguna vez hemos sufrido alguna; en ocasiones, además, se vuelven recurrentes. Basta con pasar por una infección vaginal para saber lo incómodas, dolorosas y muchas veces incapacitantes que pueden llegar a ser; por ello, es importante conocer que factores las provocan, cómo podemos mejorarlas y, mejor aún, cómo podemos prevenirlas para evitar que aparezcan.
Las infecciones vaginales
Son infecciones en la vulva, provocado por la proliferación de diferentes elementos nocivos para nuestro organismo, como hongos o bacterias. Aunque en ocasiones las produce el cuerpo, también pueden darse por motivos externos.
Muchas de las infecciones vaginales que se conocen actualmente tienen su propio nombre. Encontramos 4 tipos de infecciones vaginales, algunas de ellas muy conocidas. Cada uno de estos tipos se caracteriza por el agente infeccioso que las provoca, por lo que pueden tener asociados diferentes tratamientos. Estos tipos son:
1.Clamidiasis: Se trata de una infección causada por una bacteria llamada Clamidia. Es una de las infecciones más peligrosas que existen, pues puede producir infertilidad. En muchas ocasiones, la Clamidiasis es silenciosa. Su carácter asintomático puede no hacernos sospechar de estar infectadas por esta bacteria. No obstante, su evolución va creciendo cada vez, llegando a dañar el aparato reproductor y dificultar, así, la posibilidad de ser madres. Debido a esta característica, resulta fundamental llevar un control ginecológico habitual, con revisiones que nos informen del estado de nuestro aparato.
2.Candidiasis: Es la infección más común, debido a su alta incidencia en la población femenina. Aparece debido a una gran concentración de la bacteria Cándida Albicans. Esta bacteria es beneficiosa para nuestro organismo, siempre y cuando sus valores estén dentro de unos parámetros normales. Por ello, es el mismo cuerpo quien la genera. Ahora bien, debido a diferentes factores, puede reproducirse en exceso y aumentar su concentración. Llegados a este punto, es cuando empieza a ser perjudicial para la mujer que lo sufre.
3.Vaginosis: Este tipo de infección vaginal resulta más evidente de diagnosticar, pues cumple con los síntomas característicos de este tipo de problemas. Se trata de una infección que también es causada por bacterias. Se produce debido a la bacteria Gardnerella vaginalis, que, aunque está presente en la vagina de manera natural, puede desequilibrarse.
4.Vaginitis tricomoniasis: Aparece debido a los tricomonas vaginalis, unos parásitos que se contagian mediante las relaciones sexuales. Se trata, por tanto, de una enfermedad de transmisión sexual que puede evitarse usando preservativo como método anticonceptivo.
Síntomas de las infecciones vaginales
Los síntomas más frecuentes de las infecciones vaginales son los siguientes:
- Irritación vaginal. Puede escocer o picar de manera intensa.
- Ardor en la zona de la vagina. El contacto con la ropa interior o compresa suele ser molesto.
- Problemas para orinar: Mucha necesidad, imposibilidad o dolor al querer hacerlo. A veces, la orina sale muy poco a poco.
- Dolor a la hora de mantener relaciones sexuales. Sangrado.
- Olor vaginal
- Flujo abundante, espeso, blanco o amarillo. Puede tener olor desagradable.
- Enrojecimiento de la vulva
Ante cualquiera de estos síntomas, por muy débil que nos parezca, deberemos acudir a la consulta de nuestro ginecólogo para poder someternos a un examen diagnóstico que descarte o determine el tipo de infección vaginal que podamos estar experimentando. En función de los resultados del examen, el profesional podrá pautar el tratamiento a seguir, así como ofrecer unas recomendaciones para evitar un empeoramiento de los síntomas. Es importante seguir la pauta dada por el ginecólogo, pues esto repercutirá positivamente en la cura de la infección y la posterior prevención de nuevos episodios infecciosos.
¿Cómo podemos evitar las infecciones vaginales?
La mejor manera de evitar las infecciones vaginales, así como sus síntomas tan molestos y característicos, es prevenir su aparición. Para ello, debemos adoptar unos hábitos que favorecerán al buen funcionamiento de la flora vaginal y a mantener la zona libre de hongos y bacterias dañinas. Llevar a cabo las siguientes recomendaciones puede suponer cambiar algunos aspectos de nuestros hábitos.
Algunos de los hábitos que pueden favorecer a la prevención de estos problemas son:
1.Mantener una higiene correcta y adecuada
En muchas ocasiones, las infecciones vaginales se producen debido a una higiene inadecuada. Llamamos higiene inadecuada tanto a la falta como al exceso de limpieza en nuestro cuerpo en general, y en nuestra zona íntima en particular.
Mediante una higiene escasa, estamos favoreciendo la proliferación de bacterias dañinas para nuestro organismo, de manera que se van acumulando y pueden llegar a causar este tipo de problemas. Mediante la higiene adecuada, limpiamos este exceso y evitamos los peligros derivados de ello. No obstante, y a pesar de lo que muchas personas pueden pensar, un exceso de higiene también resulta perjudicial. Cuando limpiamos demasiado la zona, arrastramos el ph natural de la piel y nuestra flora se ve perjudicada, lo que elimina la protección natural de nuestra vagina.
Es importante lavar la zona una vez al día, con los productos adecuados para ello.
2.Secar muy bien tu zona íntima
Cuando termines tu ducha diaria, deberás secar muy bien tu zona íntima antes de vestirte. De esta manera, eliminarás la posible humedad que pueda concentrarse en la zona, y que supondrá un reclamo para hongos y otras bacterias peligrosas.
3.La ropa interior, solo de algodón
Por sus características, la zona vaginal necesita transpirar. Generalmente, está cubierta por la ropa interior, una fina capa de tela que queda pegada a la piel. Es necesario que esta capa de tela no impida la transpiración necesaria. En este sentido, el algodón es el mejor tejido para favorecer esta transpiración, y evitar la acumulación de sudor y otras bacterias perjudiciales.
4.Sigue una dieta equilibrada
Somos lo que comemos, dice el dicho, y diferentes estudios nos han demostrado que es totalmente cierto. Por ello, deberemos comer bien si queremos estar bien. Seguir una dieta equilibrada es fundamental para ofrecer a nuestro cuerpo todo los nutrientes que necesita. Además de ello, también nos va a beneficiar tomar yogur natural, piña, cítricos, acelgas, espinacas, perejil remolacha y brócoli, entre otros.
5.La ropa muy ceñida nos perjudica
Actualmente, los pantalones ceñidos suponen una moda difícil de erradicar. No obstante, además de no ser todo lo cómodos que nos gustaría, favorecen a la proliferación de bacterias y hongos que no resultan beneficiosos para nuestra vulva. Esto se debe a la dificultad de transpiración que provocan en la zona.
6.Usa el preservativo como método anticonceptivo
Muchas de las infecciones vaginales pueden contagiarse mediante las relaciones sexuales, siendo enfermedades de transmisión sexual. Por ello, es muy importante que pongas medios para prevenirlas. Aunque actualmente existen diferentes medios anticonceptivos, solo existe uno que previene los contagios: el preservativo.
6.Opta por usar copa menstrual en tus menstruaciones
Los días de menstruación suponen un peligro mayor de sufrir infecciones vaginales. Las compresas, así como los tampones, están en contacto directo con nuestra vagina y también pueden causar infecciones. En este sentido, usar copas menstruales de silicona puede ayudar a prevenir las infecciones vaginales. Además, sus pastillas de esterilización y su gel desinfectante te proporcionarán la limpieza necesaria para que su uso no supongan un peligro para tu flora vaginal ni tu sistema reproductivo.
Con estos 6 consejos puedes evitar las infecciones vaginales. Si quieres encontrar productos que pueden ayudarte a ello, en www.copasmenstruales.com podrás encontrar un amplio abanico de posibilidades.
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