Aunque somos totalmente partidarias de usar la copa menstrual, es cierto que algunas mujeres encuentran algunos problemas durante su utilización, por ello hoy os damos las claves para solucionarlas.
Las más comunes son las siguientes:
«Su colocación y extracción es difícil». Bueno, aunque en un primer momento pueda parecerles a algunas mujeres complicado, al final es cuestión de práctica. ¿No recordáis la primera vez que os pusisteis un tampón? con la práctica al final aprendemos a sacarla e introducirla de forma casi intuitiva.
«Son menos higiénicas porque me mancho». Ante esta otra posible desventaja, os diremos que en realidad esto depende de la habilidad de cada mujer y que va estrechamente ligado al punto anterior puesto que con la práctica finalmente conseguimos extraerlas sin mancharnos ni derrarmar nada, es decir, que el entrar en contacto con la sangre dependerá en gran medida de nuestra experiencia con la copa menstrual. Como consejo añadimos que al extraerla es importante que la mantengáis lo suficientemente recta y con cuidado además de llevar alguna toallita o botella de agua si os toca cambiarla cuando estáis fuera de casa. Y si nos manchamos, tampoco pasa nada ya que la sangre menstrual no tiene nada malo.
«Son grandes y molestan». Esto es totalmente incierto, ya que si la comparamos con un tampón tienen practicamente la misma longitud y la insertarla doblada ocupa lo mismo que éste. Además, la copa menstural no se nota que se lleva puesta y si molesta puede ser debido a dos razones: que esté mal colocada o que se esté utilizando una talla que no corresponde con la que debiera.
Ahora que ya sabes cómo convertir esas posibles desventajas de la copa menstrual en ventajas, ¡pónlo en práctica y únete a la revolución de las copas menstruales!
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