Que a las mujeres no nos gusta ir al ginecólogo es algo que le pasa a una gran parte de nosotras, sobre todo cuando somos más jóvenes, el problema es que vamos muy poco cuando según aconseja la sociedad Española de Ginecología (SEGO), estas visitas deberían comenzar antes de tener nuestra primera relación sexual.
Las estadísticas muestran como sólo el 54% de las menores de 24 años ha ido al ginecólogo,y muchas de las que van mienten por vengüenza o miedo. Lo más recomendable es ir a este especialista sin engaños y nunca poner en peligro nuestra salud.
Algunas de las cosas que más se esconden antes este especialista son la presencia de embarazos y abortos anteriores por desconocimiento de la familia o porque se tuvieron a una edad muy temprana.
Otra de las cuestiones que se ocultan son las fechas de la última regla en el caso de haber sido infiel a la pareja con el fin de que las fechas cuadren. No obstante, un ginecólogo lo averigua perfectamente con el tamaño del feto mediante una ecografía.
Las prácticas sexuales son también muy ocultadas por vergüenza pero que, en muchas ocasiones, ayudan a profesional a establecer un diagnóstico acertado, sobre todo en la detección del cáncer de útero relacionado con la infección por el virus del papiloma humano. Es importante informar al ginecólogo sobre prácticas sexuales con distintas personas y sin protección, aunque la tendencia es no hablar de ello, sobre todo en mujeres mayores, pero casi un 20% de mujeres están infectadas con este tipo de enfermedades de transmisión sexual.
La homosexualidad también se oculta y solo la revelan en el momento de la exploración ginecológica.
El hecho de quitarse años en mujeres que van a someterse ciclos de reproducción asistida por la sanidad pública es muy común porque sólo se cubre en mujeres menores de 40 años. No obstante, es inútil hacerlo porque los datos informáticos los muestran al instante.
Y por último, la incontinencia urinaria parecer ser también un tema que nos cuesta expresar porque nos da vergüenza y se toma como un tema poco importante, sin embargo, existen tratamientos y consejos muy beneficiosos para tratarlo.
Sea cual sea tu problema, recuerda que el ginecólogo vela por nuestra salud por lo que es importante comentarle todo sin pudores y que seamos las mujeres las que por fin desmitifiquemos determinados tabúes que se dan en la sociedad.
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