Hoy queremos trasladaros una de esas historias con nombre y apellidos de mujeres que sufren por su menstruación. Sí, habéis leído bien, decimos que sufren porque todavía no se tiene acceso a productos higiénicos y se les rechaza socialmente durante esos días.
Diana Sierra tuvo su primera regla con 12 años y antes de ello era una niña normal que hacía excursiones por el cambo, montaba en bicicleta, salía en grupo con sus amigos… hasta que el día que tuvo la menstruación su madre le dijo: “Es que ya eres una señorita, ya no eres una niña y no puedes hacer esas cosas”.
A partir de ese momento que en muchas sociedades se toma como algo natural, allí comenzó un período de «luto» en el que se les restringía hacer muchas cosas tanto física como culturalmente. Desde entoncés, Diana no ha dejado de luchar y en 2014 creó su prpia marca para ofrecer productos menstruales reutilizables al resto de niñas de más de 13 países diferentes de África para que no tuvieran que sufrir lo mismo que ella de pequeña.
Según los datos oficiales a los que hemos tenido acceso, el 40 % de las niñas en el mundo no tienen acceso a productos sanitarios cuando menstrúan. Eso significa que las niñas pierden una semana de clase al mes que hace en total una cuarta parte del curso escolar.
La pobreza total está muy presente todavía en África y son muchas las mujeres que tienen problemas de salud por no contar entre otras cosas con copas menstruales, tampones o compresas.
Todos estos datos y su propia experiencia personal fueron los que le llevaron a crear el primer prototipo de toalla higiénica con tela de sombrilla para recoger el flujo. Desde entonces los avances en su empresa «Be Girl» son muchos y gracias a mujeres como ella, la menstruación está tomando un papel más natural en la sociedad que además afecta a la educación, la economía, el medio ambiente y la salud pública.
Nosotras nos sentimos muy orgullosas de tí.
(1 votos, media: 5,00 de 5)
Cargando...