Aunque parezca que es en contienentes como el africano donde se necesita una educación menstrual, lo cierto es que en los países más desarrollados tampoco tenemos una cultura menstrual idónea, de hecho, ¿cuántos kits de higiene personal habéis recibido a lo largo de vuestra vida? ¿cuántos profesionales os han informado de las alternativas menstruales y de sus posibles riesgos?
Este tipo de educación es fundamental para que tanto niñas como mujeres puedan conseguir la higiene adecuada y tener todos los conocimientos en su poder sobre este proceso natural del organismo que, por otro lado, todavía nos seguimos avergonzando de él. O sino, ¿por qué cuando vas al baño, escondes tu tampón o compresa? ¿por qué no hablas sobre la menstruación con hombres como si fuera un tema como muchos otros?
Es una labor de todos el tener acceso a toda la información menstrual para que así poco a poco se termine de considerar la menstruación un tema normal en la sociedad y no un tabú. Además, es que es un proceso biológico por el que todas las mujeres pasamos y entre todas nos deberíamos unir para normalizarlo.
Desgraciadamente sí que es cierto que en países conflictivos o no desarrollado el tema se agrava aún más cuando se procede a la exclusión de las mujeres mientras menstruan. Por no hablar de la situación actual de miles de refugiadas que no carecen de las condiciones de aseo básicas que permitan poder llevar una menstruación higiénica y saludable teniendo que sufrir el riesgo de contraer enfermedades infecciosas.
Conscientes de esta realidad, ya son varios los organismos dispuestos a comenzar con programas de investigación y ayuda para analizar cuáles son las necesidades menstruales que pueden surgir durante situaciones de emergencia sanitaria. Con ello, se desarrollarán algunos kits de higiene menstrual concebidos como de ayuda humanitaria.
En este sentido, la copa menstrual juega un papel fundamental puesto que es considerado el método higiénico más saludable del momento y más cómodo para estas situaciones de emergencia.