La menstruación existe desde que existe la mujer como tal, por ello han sido muchas las atribuciones y mitos que se han generado en torno a ella.
Por ejemplo, ¿sabéis cual es su origen etimológico? Como tantas otras palabras de nuestra lengua, provienen del laítn de «menstruum» que a su vez procede del griego «Mensis» que significa mes ya que antigüeamente se la asociaba a la perioricidad de la luna. De hecho, se creía que la menstruación influía en la mujer tal y como lo hacía la luna sobre los mares. De esta forma, las fases de la luna siempre han estado estrechamente relacionadas con los ciclos menstruales, una teoría que hoy en día gira entre el mito y la realidad.
Por otro lado, y tal y como sucede en la actualidad, a lo largo de los años, la sangre menstrual ha sido concebida de forma negativa ya desde la Prehistoria creyendo que algo malo sucedía en las mujeres una vez al mes o por ejemplo cazadores que creían que esa sangre atraía a animales peligrosos.
En el siglo VIII a.C., creían que las mujeres al menstruar eran impuras alejándolas incluso del resto unos días.
También han existido toda una serie de rituales consistentes en frotarse los dientes, hacer 12 veces gárgaras, zambullirse en los ríos para purificarse, frotarse con azafrán…
Sin embargo, esto no queda muy lejos ya que algunas tribus indígenas de hoy en día tienes también determinados comporamientos con la menstruación como por ejemplo no dejar salir durante esos días a la mujer de casa.
Miles de años han sido necesarios para que se considere la menstruación como un proceso tradicional y vital para que las mujeres podamos tener descendian, aunque todavía en pleno siglo XXI siguen existiendo tabúes en torno a este proceso tan natura y ancestral.
¡Da un paso más y libérate con la copa menstrual de todas las creencias falsas de la menstruación!
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